Dr. Fermín Mearin

Dr. Fermín Mearin

Director del Servicio de Aparato Digestivo, Centro Teknon, Barcelona

Estreñimiento durante el embarazo

Embarazo y estreñimiento

El estreñimiento puede aparecer en cualquier momento del embarazo, aunque es más frecuente en su última fase; ocurre en más de25% de las mujeres embarazadas.

Una de las causas fundamentales de aparición, o empeoramiento, del estreñimiento durante el embarazo es el cambio hormonal que se producen durante ese periodo.

Durante el embarazo se produce un enlentecimiento en el vaciamiento gástrico, así como del tránsito intestinal y colónico. Estos efectos se han atribuido a la elevación de progesterona porque esta hormona, en estudios de laboratorio, inhibe la contracción muscular espontánea del colon. Sin embargo, las dosis necesarias para producir dicha inhibición son muy superiores a las que se alcanzan durante el embarazo.

Por otra parte, se ha demostrado la presencia de receptores estrogénicos a lo largo de todo el tubo digestivo. Sin embargo, se sabe relativamente poco del efecto de los estrógenos sobre las funciones digestivas. No obstante, se puede hipotetizar que su acción motora es también inhibitoria a través de lo que conocemos de las investigaciones realizadas en otros órganos o sistemas. Por ejemplo, en el sistema vascular los estrógenos inducen la relajación de la musculatura lisa, posiblemente en relación con el aumento de óxido nítrico (ON); algo similar podría ocurrir con la musculatura lisa intestinal. Esta suposición se vería sustentada por el hecho de que en animales de experimentación se ha demostrado un aumento de la liberación de ON durante la última fase del embarazo.

En cualquier caso, es más que probable que los cambios de la función motora digestiva que se producen durante el embarazo no dependan de una sola hormona, sino del   equilibrio entre varias, y de la susceptibilidad individual a los cambios hormonales.

Otro factor que contribuye a la presencia de estreñimiento durante el embarazo, especialmente durante el último trimestre, es la compresión intestinal y rectal por el útero aumentado de tamaño.

La vida sedentaria, la dificultad para realizar ejercicio físico, la insuficiente ingesta de fibra y de agua, y el uso de ciertas medicaciones (ej.: hierro para tratar o prevenir la anemia) empeoran aún más el estreñimiento.

Molestias y complicaciones del estreñimiento durante el embarazo

El estreñimiento es un síntoma, es decir, la manifestación subjetiva de un estado de malestar. Por tanto, al ser subjetivo, su significado puede ser distinto para diferentes personas: mientras que para algunas mujeres la molestia principal puede ser la dificultad en la defecación, la presencia de heces demasiado duras, o el dolor anal durante la evacuación, para otras el problema puede consistir en la sensación de evacuación incompleta.

A su vez, no es raro que el estreñimiento persistente tenga como consecuencia algunas complicaciones que hagan del embarazo una época de mal recuerdo para la mujer que lo padece. La aparición de hemorroides o de fisuras anales, causadas por el excesivo esfuerzo defecatorio junto con las propias condiciones mecánicas del embarazo, pueden ser causa de dolor y sangrado anal. La impactación fecal por un cúmulo de heces duras en el recto (fecaloma) con imposibilidad de ser expulsadas es también otra situación que puede resultar muy desagradable.

Aún más, en algunos casos se ha relacionado también el estreñimiento con una posterior incontinencia por lesión de los nervios pudendos al realizar un esfuerzo excesivo durante la maniobra defecatoria. Este esfuerzo mantenido durante al embarazo, junto con otros factores de riesgo que se dan durante el parto (distensión de músculos, lesiones de la episiotomía, desgarros, etc.) impiden que posteriormente la musculatura del esfínter anal pueda contraerse de forma adecuada.

Recomendaciones para la prevención y el tratamiento del estreñimiento:

Dieta con alto contenido en fibra.

Deben consumirse de 25 a 30 gr. de fibra dietética al día en forma de frutas, verduras, frutos secos, pan integral, y cereales.

Se deben limitar los alimentos que no tienen fibra o que endurecen las heces tales como el azúcar, los caramelos, los quesos curados o el arroz.

 

Líquidos.

La ingesta de líquido suficiente favorece una adecuada consistencia de las heces; por el contrario, la ingesta insuficiente favorece la presencia de heces duras y secas. Este hecho es aún más importante cuando se aumenta la ingesta de fibra. Por tanto, se recomienda beber abundantes líquidos, especialmente agua, pero también leche, zumos de fruta, té, caldos, etc.

 

Ejercicio.

La falta de ejercicio y la inactividad pueden conducir al estreñimiento. El ejercicio estimula la motilidad intestinal y favorece la defecación. Durante el embarazo es recomendable realizar un ejercicio moderado, caminando o nadando, durante 20-30 minutos al día. Con ello también se favorece el bienestar general y la preparación para el parto.

Adquisición de un hábito deposicional.

Es importante no ignorar el deseo defecatorio, dedicando el tiempo necesario y convirtiéndolo en un hábito regular. Asimismo, se aconseja ir al baño siempre a la misma hora, en general después de alguna comida (para aprovechar el reflejo gastro-cólico) y de una forma tranquila y relajada, sin retrasar en exceso el deseo de vaciar el intestino.

 

Eliminar (si es posible) los medicamentos que pueden producir estreñimiento

Los suplementos de hierro causan estreñimiento en algunas mujeres, especialmente si la dosis es alta. A menudo el estreñimiento mejora si la cantidad de hierro se reduce o se cambia a otra formulación. En caso de estreñimiento severo deberán investigarse las cifras de hierro en sangre; en caso de ser normales, y si la dieta es completa, no será necesario tomar suplementos del hierro. Otras substancias que pueden producir estreñimiento son los antiácidos con aluminio, y los suplementos de calcio.

Embarazo, estreñimiento y laxantes: ¿Cuál es la mejor opción?

Si las medidas generales anteriormente citadas no han conseguido combatir el estreñimiento se puede optar por la administración de un laxante, aunque preferiblemente la toma de laxantes será una medida temporal. No es aconsejable utilizarlos de forma regular o durante un largo período de tiempo.  Hay pocas razones para usar un laxante durante más de una semana a no ser por indicación médica. Además, su uso incorrecto o prolongado puede ser perjudicial para la salud y puede estimular contracciones uterinas.

Los laxantes se deben emplear sólo si las medidas dietéticas son insuficientes, y es necesario consultarlo siempre al médico puesto que algunos están contraindicados durante el embarazo. En relación a esto, la FDA (agencia americana para el control de los medicamentos) ha elaborado una clasificación del nivel de riesgo. 

 

  1. Formadores de bolo: plantago ovata-salvado-metilcelulosa-esterculia. No se absorben y son bien tolerados a pesar de que en algunos casos pueden producir flatulencias. Deben consumirse junto con abundantes líquidos para evitar una posible obstrucción intestinal. Su uso debe ser regular ya que su efecto no aparece de forma inmediata. Junto con los laxantes osmóticos son los más utilizados durante el embarazo puesto que no tienen ningún efecto sobre el feto.
  1. Laxantes estimulantes: Son más eficaces, pero causan más efectos colaterales, como diarrea y dolor abdominal.
  • La absorción gastrointestinal es mínima y no se han observado efectos teratógenicos.  Un uso prolongado puede producir trastornos electrolíticos.
  • Glicerina en forma de supositorios: la absorción gastrointestinal es mínima.
  • Aceite de ricino: está totalmente contraindicado ya que puede inducir contracciones prematuras y ser causa de muerte fetal y materna.

 

  1. Lubrificantes: parafina liquida o aceite mineral. Su uso no se aconseja.  Producen disminución de la absorción materna de vitaminas liposolubles.

 

  1. Laxantes salinos: sales de magnesio o sodio. No hay evidencia de efectos teratógenicos pero pueden inducir trastornos electrolíticos: hipernatremia o hipermagnesemia.

 

  1. Laxantes osmóticos: Lactitol, lactulosa, polietilenglicol (PEG). Son eficaces y seguros tanto en el embarazo como durante la lactancia debido a que no se absorben. Actúan reteniendo agua y electrolitos por efecto osmótico.
Estreñimiento durante el embarazo

Causas de estreñimiento durante el embarazo

Cambios hormonales

  • Aumento de la progesterona
  • Aumento de los estrógenos

 

Factores mecánicos

  • Compresión por el útero gestante

 

Cambios en la hidratación y en la dieta

  • Disminución en la ingesta de líquidos
  • Deshidratación por vómitos
  • Disminución de la ingesta de fibra

Escasa actividad física

 

Dolor durante la defecación secundaria a:

  • Hemorroides
  • Fisura anal

 

Fármacos que favorecen el estreñimiento

  • Hierro
  • Calcio
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